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agua de bebida. La administración de acidificantes a pollos de engorde se puede utilizar
para evitar la proliferación de patógenos en las horas previas al sacrificio del animal, en
cambio no parece efectivo como práctica preventiva durante la crianza, ya que afecta
por igual a bacterias patógenas e inocuas.
Otra estrategia disponible para el control dietario de la microbiota intestinal es
la administración de prebióticos. Estos se definen actualmente como sustratos utilizados
selectivamente por bacterias lácticas, bifidobacterias y algunos otros microorganismos
que poseen enzimas necesarias capaces de metabolizarlos [3]. Ellos favorecen bacterias
productoras de ácidos orgánicos que reducen las infecciones aviares, mejoran la
densidad ósea, y la calidad del huevo. Se han atribuido propiedades prebióticas a un
gran número de componentes alimenticios, principalmente oligosacáridos y
polisacáridos. Hasta hace unos años, inulina, extractos de pared celular de levadura,
lactulosa y galactooligosacáridos (GOS) se reconocían para aves. Sin embargo, nuestro
grupo ha demostrado la función prebiótica de una mezcla de oligofructosa y melaza
(sacarosa, glucosa, fructosa) como coadyuvante suministrada a gallinas ponedoras [4].
Otra de las opciones, conceptualmente optimista, ha sido el uso de
microorganismos probióticos como suplementos dietarios. Ellos son microorganismos
viables, identificados a nivel de género y especie, y en lo posible a nivel de cepa, que
ejercen efectos benéficos en el hospedador cuando se administran en cantidad adecuada
(dosis). Esta descripción simplificada genera varios interrogantes, tales como: cuál sería
el género y especie que se debería utilizar, su origen, dosis sugerida, forma de
administración, y los efectos benéficos que serían de mayor interés. La falta de
definición en estos aspectos, ha llevado a utilizar en aves a microorganismos aislados
del intestino de otros animales y de humanos, que no se adaptan adecuadamente al
hospedador en el que se pretenden utilizar y, como consecuencia, no cumplen la función
esperada o no son estables. El objetivo de utilizar probióticos es también muy variable y
crea expectativas que no siempre se cumplen, tales como esperar una mayor eficiencia
alimenticia utilizando un solo tipo de probiótico para contribuir a la digestión de dietas
complejas. El momento en el que se debe iniciar la administración de probióticos o
cómo influirían estos en el aprovechamiento de los alimentos, tampoco está definido,
aunque las aves reciben dietas con diferente composición porcentual de nutrientes