Resistencias N° 1, Vol 1, Jun./ 2023- Nov./2023
movilizaría a un propio “pueblo macrista” a las calles por fuera de las clásicas
organizaciones partidarias.
La segunda parte del libro, compuesto por los capítulos cinco y seis, describe el
comportamiento de los actores socioeconómicos que apoyaron al proyecto de Cambiemos
―el empresariado―, y de aquellos que fueron artífices de ciertos bloqueos a la acción
gubernamental: los sindicatos y los movimientos sociales. Con respecto a los primeros,
se presenta al macrismo del 2015 como una “salida” para este sector ante el rechazo de
lo que representaría la continuidad del kirchnerismo. Sin embargo, demarcan Gené y
Vommaro que no se asistió inmediatamente a un apoyo “de clase” como sobrestimaba la
coalición, sino que acaeció en acercamientos puntuales y descoordinados con el
empresariado en su conjunto. Más allá de las expectativas, el fuerte y constante vínculo
con las elites se mantendría con los sectores más favorecidos por la política económica
del gobierno ―sobre todo el agrario, financiero y los servicios regulados por el Estado―,
mientras que la crisis desatada en 2018 imposibilitaría la búsqueda de “conquista” de las
inversiones de los demás sectores y entidades empresarias. En cuanto al comportamiento
de los sectores populares, se demarca durante los primeros dos años una imperiosa
necesidad de garantizar el “orden en la calle” que obligaría al gobierno a reducir de forma
gradual al gasto público para mantener una buena relación con el sindicalismo y los
movimientos sociales, garantizando, con ello, buena parte de las políticas llevadas a cabo
por el kirchnerismo y satisfaciendo ciertas demandas de cada sector. No obstante,
describen Gené y Vommaro un quiebre de este precario equilibrio con el impulso de la
reforma previsional que terminaría, represión mediante en las calles, articulando de nuevo
a estos sectores sociales con los distintos bloques del peronismo.
En síntesis, podemos hablar de El sueño intacto de la centroderecha como uno de
esos indispensables libros que tienen que estar en la biblioteca de quien se interese por
indagar en la experiencia macrista. Efectivamente, el recorrido minucioso por los
principales sucesos de los años Cambiemos invita a dejar de lado varios de los
presupuestos, varios de esos lugares comunes, que suelen aparecer a la hora de referirse
a un gobierno “no peronista”, considerando, en cambio, las contingencias y tensiones
irresueltas que atraviesan a cualquier constitución de los espacios políticos. Sobre ello,
queremos enfatizar dos aspectos que, creemos, se tornan en valiosos aportes del trabajo.
Por un lado, hablar de una coalición “no peronista” no implica una sinonimia con
el “antiperonismo”, esto es, una brutal distinción con toda tradición, dirigente o espacio
que se identifique “peronista”. Más bien, logra advertirse en el texto que el hecho de